martes, 29 de diciembre de 2009

Encontré a Van Gogh en Playa Bonita...





Me encanta vivir la experiencia de conocer texturas, observarlas y muchas veces... llegar más lejos que simplemente fotografiarlas. No sé ustedes, pero tal vez es que mi imaginación resulta lo absurda o ridículamente fértil como para conseguir que, al ver la textura del tronco que les dejo hoy, el cerebro salga a viajar y termine metiéndose en una de mis obras de arte favorita: "La noche estrellada" del holandés Vincent Van Gogh. 







Si este gigante post-impresionista (cuya obra empezó a valorarse luego de su muerte) se hubiese dedicado a la escultura probablemente nunca terminaría consiguiendo una obra que se asemejara a su pintura como la naturaleza lo hace con este tronco. Parece como si el artista hubiese decidido tallarlo para conseguir una noche estrellada  en versión tridimensional, pues la suavidad de las curvas es idéntica a las formas arremolinadas del cielo nocturno y estrellado de la Provence que pintó durante sus años de reclusión en el sanatorio de Saint Remy


Conseguí este tronco en Playa Bonita, península de Samaná, donde vive papa Dios... pero para eso aprovecho para hablarles en otro post.

5 comentarios:

Inia Pece dijo...

¡Me encantaaaa!

Pedro Genaro dijo...

Aaaaah! Preciosa textura y excelente asociación Eliama!!!

Unknown dijo...

Por favor, mira tu segunda foto detenidamente. Te darás cuenta que cabezas de caballos te persiguen. Las texturas y formas de la naturaleza, nos invitan a un juego con la imaginación; rebuscar formas conocidas en los entrecruces de líneas es todo un laberinto de descubrimientos en espera paciente. Si no logras verlas, te las trazo al carbón sobre una copia de tu obra.

Unknown dijo...

H.

veo los caballos :)
me hiciste ver mas alla

Unknown dijo...

inia y pedro... gracias!