sábado, 17 de julio de 2010

En el Aula de las Ciencias. (visita #2 P.N. Los Haitises)

Poco tiempo había pasado luego de decidir que el Parque Nacional Los Haitises sería mi zona de tesis, y si usted quiere llamarle destino ya me habían asignando asistir a un taller de áreas protegidas, específicamente en Sabana de la Mar, localizado en algún punto periférico de este parque.

A Joma y Amín, (mis compañeros de viaje en esta ocasión) y a mí, nos sorprendió el primer regalo del viaje antes de llegar a nuestro destino: un hurón enorme cruzando la carretera, siendo ésta la primera vez que lograba observar uno. Sabana de la Mar me hizo recordar porqué necesito vivir, aunque sea por una temporada, en algún pueblo pesquero. A pesar de que la costa está muy contaminada por los sedimentos que arrastra el Yuna desde los arrozales, me hechizó el movimiento de las yolas y los pescadores en el pequeño muelle. El paisaje de la península de Samaná, de los manglares del parque y de la costa que va hacia Miches, tampoco tiene nada que envidiarle a los demás atractivos de la zona.

La cita final fue en el "Aula de las Ciencias" del malecón del pueblo, donde interactuamos e intercambiamos información principalmente con los guardaparques, que sin duda alguna son los que conocen y saben más del área protegida. Resultó muy interesante la dinámica generada al tratar de explicarle el significado de muchos términos que se enlistaban en el inventario de recursos que debíamos llenar, sobre los que a veces no sabían el significado y sin embargo podían ubicar a la perfección al explicársele los términos.


Es también de notar que para la fecha ya me habían informado sobre una posible cementera que quería instalarse cerca del parque. Asombrada más no incrédula quise pasarme de fre'ca y confirmar lo que todavía era un rumor con uno de los miembros dirigentes del parque empleado de Medio Ambiente. Su respuesta fue positiva, según me informó en aquel momento existían dos estudios y en uno de ellos se le daba luz verde a lo que tanto él como yo consideraba una catástrofe ecológica.


De vuelta a casa me quedé con un pueblo pesquero que esperaba mi regreso, un parque que en su zona noreste quedaba pendiente de visita, y una cementera que se convertiría en un hito en la historia ambientalista dominicana, y en un punto muy importante de una tesis que apenas iniciaba.





No hay comentarios: