viernes, 3 de diciembre de 2010

... y sólo me faltas tú.

Atemporal es ese verde pistaccio que, allí donde un día existió Manresa vi con las pupilas dilatadas y la boca agua aproximarse hacía mí, y con su color vibrante salir de la barra montado en barquilla por encima de la multitud. Verde que comí observando de lejos ese agujero negro del que me protegía la alambrada; cuevas donde, al pasar mucho tiempo, nos dimos un primer beso con sabor al pistaccio compartido en la primera cita. Beso que me hizo sentir lo que su correspondiente helado a los 5 años: "...esto es de otro planeta, o ha salido del sombrero de un mago..." Beso, que ha recuperado las ideas infantiles y los sueños que hoy, para compartirlos con  ese helado de pistaccio, sólo me faltas tú.

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