jueves, 9 de septiembre de 2010

...bailando con Poseidón.



Burbujas... !!!! Lanzarme al agua es como someter mi cuerpo a un planeta de atmósfera totalmente surreal. El esfuerzo de mis pulmones hace que, al cabo de minutos, los sienta tan limpios como si apenas acabase de nacer y sintiese por primera vez los gases del mundo del Oxígeno. La movilidad corporal dentro de los fluídos de Poseidón se siente de película, mis brazadas son las responsables de impulsar mi cuerpo hacia delante en el carril de turno, se han convertido en las piernas del mundo de los peces, y los músculos laterales de mis muslos se calientan a medida que avanzan los minutos, contrastando con la frescura del agua. La experiencia se complementa con  el azul intenso del fondo de la piscina, que se turna de manera intermitente con las bombillas que me pegan de frente cuando inhalo aire, justo antes de volver mi cabeza al agua  y empezar a exhalar burbujas. 
Nadar es una de las cosas más ricas que he hecho en mi vida, cuánto tiempo había perdido...

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