miércoles, 1 de junio de 2011

Mayo, tu y yo hemos terminado.


Al fin, Mayo, tu y yo hemos terminado. Bienvenidas sean de nuevo las horas de noctambulismo dedicadas a tejer. 
Junio, desde ya he decidido que te amo y ahora aquí como en aquel lado, el sol brilla, y este aire deja de parecer un eterno agujero negro que me tienta a huir hacia los brazos de Morfeo. Finaliza el vacío que quedó en este salón. He vuelto a casa.